REFLEXIÓN

En relación al tema del presente trabajo, (Tecnoestrés y Cyberlesiones), hemos encontrado al revisar la amplia literatura sobre el tema, que se encuentra multitud de información y desinformación y un numero por igual de amplio de definiciones, algunas de las cuales los abordan indistintamente desde diferentes perspectivas; sin entrar a polemizar teóricamente sobre sus definiciones, por no constituir el objeto del presente trabajo, se abordan estos temas desde una perspectiva global. Queda claro que la tecnología es una herramienta que facilita los procesos de trabajo y hace las labores mas fluidas, sin embargo, también puede provocar estrés en la persona, al grado de incapacitarlo en el aspecto físico, psíquico y social. El desgaste personal que implica el uso continuo y abundante de la tecnología, en particular de la informática, nos provoca uno de los problemas de salud más grave en la actualidad, que no sólo afecta a los trabajadores, sino también a los empleadores y a los gobiernos, que comienzan a evaluar el perjuicio financiero que les causa el estrés. Las empresas que probablemente tengan más éxitos en el futuro serán las que ayuden a los trabajadores a hacer frente al Tecnoestrés y adapten las condiciones y la organización del trabajo a las actitudes humanas, brinden entrenamiento a la persona para que aprenda a dimensionar el valor de la tecnología en el área de su aplicación y el peso que tiene en su vida, sin afectar su entorno social.

El hecho de que la tecnología nos haya dado la posibilidad de simplificar una gran cantidad de tareas y realizarlas con mayor efectividad, no significa que debamos abusar de éste instrumento de manera tal que parezca que dependamos de él. Lo recomendable es limitar su uso a tareas que nosotros creamos primordiales y realizar actividad física o buscar alguna otra clase de distracción que no implique estar sentado o en una misma posición durante muchas horas.

Respecto al plano laboral, creemos que no sólo se deberían modificar las oficinas, sino, prestar especial atención en las escuelas, ya que las malas posturas desde chicos, derivan en problemas en la adultez.
Desde nuestro lugar, es posible concienciar a todos acerca de estos problemas actuales y que se pueden presentar en cualquiera de nosotros.

Lo único que necesitamos es algo de voluntad, para comunicarles a todos, la mejor manera de realizar un trabajo más eficiente con la computadora, sin obtener daños físicos, psíquicos y sociales, a corto o largo plazo.

Además de ello, si es posible, fomentar campañas que abarquen rincones más amplios, siguiendo las recomendaciones que enumeramos durante este trabajo y compartir lo que sabemos con otros, dando el ejemplo.

Los elementos abordados teóricos y metodológicos y las referencias empíricas con que se cuentan en la actualidad dejan por sentado que el fenómeno del Tecnoestrés y de las Cyberlesiones es perfectamente controlable.